Tener un ataque de pánico es como prender una cerilla. Una vez que la cosa empieza ya no hay quien la pare. La propia ansiedad genera un “bucle” una bola de nieve que no hace más que crecer y crecer. Y además ese círculo vicioso de la ansiedad puede activarse de mil maneras.
Pongamos que empezamos a sentir miedo, por ejemplo. Como tenemos miedo y sabemos que eso puede ser el principio de un ataque de pánico, para intentar estar seguro de si realmente está empezando a tener lugar un ataque lo primero que hacemos, casi inconscientemente es llevar nuestra atención al cuerpo, a ver si hay alguna reacción (taquicardia, sudoración, etc.) que nos lo confirme.
Y, naturalmente, la propia atención que prestamos al cuerpo genera algún tipo de reacción en él. Lo que nos confirma el peor de nuestros temores: está empezando un ataque de pánico y eso, naturalmente, nos aterra aún más.
Así que ala, más leña al fuego, como meter un extra de energía que generará un cierto nerviosismo que activará los indicadores fisiológicos del ataque. Sentiremos el corazón latir más rápido o más fuerte, nos encontraremos ligeramente más nerviosos, etc.
Constatar este hecho nos llevará a la terrible conclusión de que efectivamente está empezando un ataque de pánico lo que a un nivel psicológico generará terror. Y el miedo, a su vez, activará los factores físicos: más taquicardia, más nervios, más sudores. Que a la vez confirmarán el ataque, lo que nos asustará aún más, etc. Es como entrar en un circuito retroalimentado cada vez más rápido que va creciendo en cada vuelta como una bola de nieve. El “ciclotrón” de la ansiedad generalizada.
Otra forma de decirlo. Si alguna vez has tenido un ataque es normal que tiembles (literalmente) ante la idea de tener otro. Y que además estés a la expectativa como un león (o un tigre de Bengala) agazapado en la espesura, a la espera de “cazar” el más mínimo indicio de que algo anda mal y de que viene otro ataque. Y es, precisamente, esa espera tensa, esa expectación la que, antes o después generará extraños síntomas que dispararán el ataque. La pescadilla (“ciclotrónica”) que se muerde la cola.
Además esa expectativa no tiene por qué ser consciente, es posible que, de momento, no te des cuenta de ella. Por eso una vez que se han tenido uno o dos ataques es más probable que vengan los siguientes. Muy pronto explicaré mi experiencia sobre cómo enfrentarse o “parar” un ataque de pánico.
Hola. Somos amigos en el Facebook. Tenemos un amigo en común: Rafapal. Te felicito por tu blog, está muy bien. Me gustaría que alguna vez publicaras algo sobre las historias de amor que han servido de modelo para la relación de pareja. Es decir, Los amantes de Teruel, Romeo y Julieta, Aberrardo y Erroriza… ¡Ay, no! Es Abelardo y Eloísa. Pero bueno. A mi me parece que son historias de aberración y error, que no son de amor sino de represión. En fin, es un buen tema y te aseguro que vas a tener lectores. Te invito a que bajes mi primer libro: http://www.bubok.es/libros/208277/Tabernicolas-huevosaurios-pedodactilos-y-mamuts-sin-lana
Hola Adriana, gracias por tu comentario. Sí, sería un tema muy interesante y que de una u otra manera aparece cada día en terapia. Aunque ahora los modelos están un poco más degradados, serían de teleseries y películas américanas… pero que a su vez tienen su base en eso. Recuerdo a Carmelo Monedero, uno de los pocos profesores de psicología que además fue maestro que decía que el amor romántico es la mejor expresión de la neurosis porque consiste en poner el sentido de la propia vida en otra persona, fuera de uno. Y luego podemos decir como en la copla «sin ti no soy nada…». Eso es pura neurosis de identidad, claro está.
Bueno, un abrazo y genial el título de tu libro! Bendiciones
hola doctor, yo por aqui en su blog , buscando nuevas publicaciones , me gusta lo que escribe , y la forma humana en la que contesta a sus seguidores, usted ya sabe que tiene fans en colombia , pero es bueno recordarle, doctor una pregunta usted ha escrito libros?
Hola María Eugenia, gracias por tus amables palabras. Jeje, me encanta tener «fans» en ultramar. Ahora estoy empezando a plantearme escribir un libro basado en mi experiencia terapeútica. Mientras tanto, lo último que he publicado es una colaboración en un libro de varios autores, que, aunque esté mal que yo lo diga, es muy recomendable, ya que todos los artículos me han parecido interesantes y profundos. Aquí un enlace:
http://psicologiaespiritualidad.blogspot.com.es/2013/06/el-libro-la-experiencia-mistica-ya.html
Muchas gracias de nuevo. Un abrazo de corazón y bendiciones!