Coge papel y lápiz o un ordenador, como te sea más cómodo.
Realiza el ejercicio de conexión con el centro. Respira hondo varias veces intentando no pensar en nada, simplemente siente cada una de tus respiraciones. Sitúa tu atención en el cuerpo y no en la mente, sobre todo en el pecho, a la altura del corazón. Déjate sentir lo que hay allí, lo que te salga, sin distorsionarlo ni juzgarlo; que tu mente no tape tu corazón. Esos sentimientos no son buenos ni malos, son lo que son, no los adulteres poniéndoles palabras. Deja pasar por lo menos un par de minutos dedicado sólo a sentirte a ti mismo.
Ahora intenta recordarte de pequeño, pero una vez más no lo hagas desde la mente sino desde el centro, desde el corazón, desde el sentimiento. Intenta sentirte tal y como te sentías entonces. Puedes utilizar cualquier recuerdo que te venga. ¿Qué personas hay a tu alrededor? ¿Dónde estás? ¿Qué sientes? ¿Qué quieres? ¿Cuál es la edad con la que te ves?
Probablemente esa edad, la que a ti te venga, sea aquélla con la que, por lo que sea, mejor te vendría entrar en contacto. Muchas veces he podido comprobar una sabiduría natural que nos guía justo a los momentos y los acontecimientos de nuestro pasado más relevantes o a aquéllos que aún están esperando solución. A veces sólo hay que tirar un poco del hilo para desatar el nudo. Así que si te viene algo, no intentes forzar las cosas, escúchate y atiende al mensaje que te estás dando a ti mismo, atiende a la sabiduría profunda de tu propio inconsciente. Si no te viene nada o no te ves en ninguna edad determinada, puedes verte con la que quieras, por ejemplo con 7 u 8 años.
Atiende al mensaje que te estás dando a ti mismo, atiende a la sabiduría de tu inconsciente.
Ahora imagina que tienes una máquina del tiempo por la que puedes hacer pasar sólo un papel. Al otro lado de la máquina estás tú mismo cuando tenías justo esa edad con la que te has visto. Intenta “meterte” en el ejercicio y creerte la situación al máximo. Otra persona puede ayudarte a ello (por ejemplo, leyéndote estas instrucciones). Ahora abre los ojos y empieza a escribirte una carta a ti mismo cuando tenías esa edad. Empieza con un “querido/a” seguido de tu nombre; y luego continúa como te salga, sin pensar demasiado ni pretender ser literario (ni tampoco lo contrario).
Partes de este artículo:
https://madridpsicologia.com/practica-de-carta-al-nino-que-fuimos-12/
https://madridpsicologia.com/practica-de-carta-al-nino-que-fuimos-22/
Viene de:
https://madridpsicologia.com/carta-al-nino-interior-que-fuimos-14/
hola rafa, intentare hacer este ejercicio con internos de la cárcel, donde trabajo, la mayoría son drogadictos y vienen de contextos, donde tuvieron que sufrir mucho en su niñez, extrema pobreza, abuso, padres igualmente drogadictos; y pienso al igual que tu, que este ejercicio podría desatar nudos que no les permite crecer como seres humanos inteligentes y maravillosos como somos todos, se estancan y terminan haciéndose daño a ellos mismos y a los demás.
te contare por acá como me fue. y también para agradecerte.
bendiciones.
y si tienes alguna terapia que pudiera servirme , para el contexto carcelario te agradecería
Me alegro mucho, ojalá te pueda ser útil. Es muy difícil si han tenido padres dependientes o problemáticos. Te aconsejo que intentes buscar una manera de intentar sanar, en la medida de lo posible, la relación con los padres y que, al menos, entiendan que gran parte de sus problemáticas actuales pueden entenderse como una compensación (o una fidelidad inconsciente) de la relación que tuvieron en la infancia con los padres. O un intento (en falso) de compensar carencias de infancias, de buscar lo que no se tuvo o de quedarse fijado en lo que se tuvo en exceso. Para ello puedes llevar su atención a esos momentos y que «hablen» también con sus padres o escriban una carta a sus padres. Pregúntales que les hubiera gustado decirles siendo niños, que tipo de padres hubieran querido, cómo creen que aquello influyó en lo que hoy les pasa, etc.
Me imagino que el problema de la cárcel es que no tienes tiempo para hace terapias individuales y que en muchos casos ellos mismos no querrán terapia ni se atreverán a cambiar realmente. Si necesitas algo más, no dudes en responderme. Bendiciones y mucha suerte!
tienes razón Rafa, en la cárcel el tiempo es muy limitado y atiendo grupos de 30 hombres, es muy difícil , aunque lo difícil, es para mi el camino a seguir, porque cuando se logra , la recompensa es agradable; cuando hablo de recompensa me refiero a los cambios positivos e inimaginables de personas con cero valores, cero autoestima, cero amor por nada ni por nadie, es casi como llegar a romper el cascaron de un huevo, que creen es su mundo,.
tu que tienes mas experiencia me dirás, pues yo no soy mas que una psicóloga a punto de graduarse, con una pasión enorme por esta profesión; para mi el ingrediente que jamas falta en mis terapias grupales es el amor, pero no el amor distorsionado que nos hemos ido reinventando los seres humanos carente de donación al otro, no espero nada, no pido nada, no critico, mucho menos los juzgo, y si bien a un en mi memoria no están claras las distintas teorías de las que nos provee la psicología, para ponerlas en practica en mis terapias, esta la infinita necesidad de hacer un trabajo pensando solo en hacerle el bien al otro y nada mas, y yo creo que hasta mis gestos cuando me dirijo a ellos dan cuenta de eso que pienso.
te cuento que hice el ejercicio de que escribieran la carta, claro no sin antes contarles que el ejercicio lo plantea un psicólogo español, al que me gusta escribirle, yo les cuento todo a ellos, porque es para mi parte de la terapia que tu llamas de sanación, les doy la importancia que se merecen, para la sociedad ellos son » basura» para mi son maravillosos seres humanos, y no es que este de lado del crimen, o del robo, o de la drogadiccion, simplemente trato de comprender el proceso que ha ocurrido para llegar hacer lo que son ahora. y de alguna manera si ellos quieren rescatar el niño que vive en cada uno de ellos.
el ejercicio me ayudo a mi, después de leer las cartas de los internos, a comprender, que a pesar de que sus niñeces fueron difíciles, preferirían ser niños, hicieron sus cartas con mucho amor hacia los niños, añoran volver al niño, me sorprendió que las cartas fueran largas, porque se que son perezosos para escribir, los sentí esperanzados en los sueños que tenían de niños, aunque yo siempre les insisto en la necesidad del trabajo abnegado y disciplinado que deben tener los sueños para que se cumplan, agradezco las recomendaciones que me haces, estoy pendiente de nuevos artículos que publiques, y si tengo inquietudes seguro te molestare.
desde Colombia, un abrazo y muchas bendiciones
Hola María Eugenia, gracias por responder. Para mí es muy importante generar un espacio amoroso, sin crítica ni juicio. Muchos autores han desarrollado esa linea, por ejemplo, Bion o Luis Cencillo, en España.
Me alegra mucho que te haya ido bien el trabajo con ellos. Ahora puedes analizar las cartas y pedirles que vean la diferencia entre lo que querían ser o lo que creían que iban a ser cuando eran niños y lo que son ahora. Es una confrontación que puede ser un poco fuerte, pero suele ser muy sanadora.
Yo siempre he encontrado en todos mis pacientes elementos infantiles no resueltos. De hecho, a veces defino la terapia, simplemente, como un proceso de maduración en el que uno deja de disfrutar de las ventajas secundarias de la infancia, del narcisismo y de la fantasía infantiles para responsabilizarse de sí mismo, de su vida y de sus estados de ánimo. Seguro que en la cárcel ves muchos «niños grandes». Por eso me parece muy bien el enfoque que haces de tratarles como a seres únicos e importantes, dándoles la posibilidad de verse a sí mismos (a través de ti) y de desarrollarse.
Muchas gracias a ti, un abrazo y bendiciones.
me recomendarias algunos titulos de Bion o Luis Cencillo
De Cencillo puedes mirar por ejemplo «Lo que Freud no llegó a ver» un completo manual de psicoterapia. La obra de Bion la conozco menos, no me atrevo a sugerirte un título, pero navegando por internet encontrarás mucha información. Un abrazo y bendiciones!
no me canso de admirar tu manera constante de darle al otro la importancia que se merece, hoy que ando un poco triste tu respuesta me anima, este trabajo nuestro a veces abruma, cuando no se tiene la suficiente experiencia para no cargar en nuestra vida con los problemas de los demás.
te agradesco el titulo del libro, voy a buscarlo aca en colombia para comprarlo
bendiciones
Gracias a ti! Se agradece que agradezcas, jeje. Puede ser un trabajo bellísimo o una carga insoportable. Para que puedas dar un amor de calidad tienes que amarte primero a ti mismo y para eso necesitas aprender a cortar, a desconectar cuando estés fuera del trabajo y a no cargarte con el peso de los demás porque antes o después te romperá la «espalda del alma». Y no caigas en el típico «furor curandi» del principio. Cada persona tiene que responsabilizarse de sí mismo, tú puedes ayudarles sólo en la medida en que quieran. Y hay muy pocas personas que de verdad quieran. En mi consulta privada es fácil, porque la mayoría de los que vienen están dispuestos a hacer el esfuerzo (a veces titánico) de cambiar. Pero en una cárcel, imagino que serán muy pocos con los que de verdad podrás hacer un trabajo a fondo.
Un abrazo, ánimo y bendiciones!
con infinita humildad reconozco que tienes razón, a veces creo que lo que la psicología ha hecho en mi lo puede hacer en otros, olvidando que si ha sido es porque yo lo he permitido.
el día que te escribí estaba muy triste, porque los internos robaron material de trabajo que estaba a mi cargo, todo porque creí que era muy humillante que el guardia los requisara al salir del salón donde estaban conmigo, un acto que me párese inhumano resulta ser necesario para mantener el orden, y de cierta manera riñe con mis valores y mi forma de ver a los demás.
en cuanto al amor propio, totalmente de acuerdo contigo, si uno no se ama a uno mismo es imposible dar a los demas, aunque en este momento se viene a mi memoria una frase de Jesús que dice» no den sus perlas a los cerdos»; porque como tu lo dices el contexto carcelario es difícil, pero hay unos pocos , que si quieren mis perlas, otros no y yo debo comprenderlo, gracias por hacer parte de esa comprensión.
te estas convirtiendo en mi psicólogo y estoy muy preocupada cuando me envíes la cuenta de cobro………..es una broma ja ja
abrazos, y un montón de bendiciones para ti
Jeje, muchas gracias por tu comentario y tu simpatía. Bendiciones y encantado de ser tu «psicólogo»!
mi querido » psicólogo» , quisiera preguntarte algo pero lo enviare a tu e-mail, por ser de carácter muy personal, si abuso de tu generosidad , por favor escríbeme
Estoy a tu servicio. Escríbeme a rafael@madridpsicologia.com Un abrazo, gracias y bendiciones!
bueno por aqui estoy de nuevo saludándote, como siempre para abusar de tus conocimientos, te conté por el facebook que debo empezar hacer mi tesis, y quería saber tu opinión sobre el tema que he elegido, te contare que lo que planeo hacer en mi tesis ya lo realize en la carcel a manera de ensayo, para permitirme a mi misma verificar las falencias y los aciertos.
resulta que aparte de mis estudios de psicología, me gusta la pintura, y quise alternar estos dos conocimientos en una practica de intervención que llame, PINTANDO CARÁCTER, COLOREANDO METAS, utilizando la pintura para generar cambios favorables en la personalidad de los internos, que debido al ambiente en que viven, responden agresivamente a casi todas las situaciones que allí se les presentan sean buenas o malas, pretendía que se conectaran con su mundo interno expresado en imágenes personales, con unos objetivos diferentes al de un proceso artistico, utilizando la pintura como un complemento al lenguaje verbal,que haga parte de un proceso creativo y curativo, canalizando las energías hacia un objeto artístico.
bueno te cuento que me falta, sustentación teórica , una organización de las etapas en si del proceso, dudas si este proyecto es viable como terapia psicológica, si es viable utilizar la pintura para estimular la liberación intensa de emociones . que les ayude a abordar
situaciones conflictivas sin experimentar demasiada ansiedad.
en el proceso que te cuento ya realice a manera de ensayo, en un porcentaje de mas o menos la mitad de los internos que participaron del curso, hubieron cambios favorables como baja en niveles agresivos, mayor facilidad para expresar sus conflictos y tensiones, en personas que al iniciar eran renuentes a participar en las actividades propuestas.
también quiero aprovechar este espacio para pedir disculpas, en un comentario en donde tuve la impresión de haberte ofendido, escribí algo así, como si habías sentido las bendiciones que te había enviado, en realidad lo hice a manera jocosa muy normal de nuestra cultura, pero ante todo para mi las bendiciones tienen mucho valor, de todas maneras pido disculpas si ofendí, porque ante todo desde que leí tu blog, admiro lo que escribes y la forma en que le contestas a tus lectores.
respetuosa y cordialmente pido tu opinión al tema elegido para mi tesis, y de pronto desde tu conocimiento teorías que puedan serme útil en el tema elegido.
Hola María Eugenia. En ningún momento me he ofendido ni nada parecido 🙂 No te preocupes. Como ves por mi blog yo siempre envío bendiciones, lo que me ha generado muchas situaciones cómicas sobre todo cuando lo digo en persona (que es casi siempre). Habitualmente me despido de los demás diciendo «bendito seas» o «bendiciones» y muchos alucinan 🙂
Puedes bromear lo que quieras, ningún problema.
Respecto al tema que me planteas, la verdad es que no sabría por dónde empezar. Tendrás que mirar cosas de psicología del arte. Lo cierto es que parece interesantísimo, si sigues adelante y le vas dando forma y quieres mantenerme informado, será un placer estar al tanto. Un abrazo y bendiciones!!!