En esta sección hablaremos un poco de la psicoterapia a distancia o de la psicología on-line.
¿Funciona la psicología on-line?
Desde que publiqué esta web, varias veces me han pedido psicoterapia online. Al principio, me resistía a hacerlas. De alguna manera la psicología on-line me parecía contraria a mi manera de entender la terapia, ya que lo “virtual” es lo opuesto a lo “real”. Y mi terapia es, en cierto sentido, una “cura de realidad”.
Además no acababa de estar seguro de si la terapia podría funcionar a distancia. Pensaba que en una terapia on-line sería más difícil generar el vínculo terapéutico, es decir, la confianza necesaria para que el paciente pueda abrirse con total sinceridad y contarlo todo, condición previa para que el proceso pueda funcionar.
Finalmente, y ante la insistencia de algunas personas (a las que ahora estoy muy agradecido) me decidí a probarlo. La primera vez me sentí un poco como en una película futurista tipo “Star Trek”. De hecho, yo nunca había usado el “Skype” ni ningún otro sistema de videoconferencia, y eso de tener en mi pantalla y en tiempo real una persona que estaba a miles de kilómetros me parecía algo a medio camino entre una peli de ciencia ficción de los 60 y Harry Potter. No es que mirara detrás de la pantalla a ver si veía a una copia pequeñita de la persona… ¡pero casi!
La cosa es que, poco a poco, empecé a sentirme cómodo con el medio. Y pronto ocurrió el milagro. La conexión emocional parecía ser la misma o mayor que en persona. Al encontrarse el paciente en una situación de confort y seguridad, es decir, en su propia casa, las cosas eran casi más fáciles. Además, saber poco de mí (por ejemplo, es muy difícil calcular la estatura o el peso del psicólogo) facilitaba la transferencia, es decir, que el inconsciente del paciente me utilizara como un “comodín” o una pantalla en blanco sobre el que proyectar su mundo emocional. Lo cierto es que acabé sorprendido, la “magia” de la terapia también funciona a distancia.
Así que tengo que decir que sí, que aunque tenga algunas peculiaridades, al menos en mi experiencia personal, la terapia on-line funciona igual (o casi mejor) que la terapia presencial. Lo que, gracias a Dios, todavía no ha dejado de asombrarme.